Verdadero. Los documentos efectivamente pueden clasificarse en públicos o privados según su naturaleza y el propósito que cumplen en el ámbito jurídico. Los documentos públicos son aquellos que son emitidos por una autoridad competente y tienen un valor probatorio especial, mientras que los documentos privados son aquellos elaborados por particulares y su valor probatorio puede depender de su forma y contenido.