Una noche tranquila, en una pequeña casa al borde de un bosque, la luna iluminaba suavemente las habitaciones, creando un ambiente de paz y serenidad. Dentro de una de ellas, una madre, Laura, se sentó al borde de la cama de su hija, Sofía, una niña de cinco años que soñaba con aventuras en mundos lejanos.
Laura observó a su hija mientras dormía, con el rostro iluminado por un suave resplandor plateado. Sofía tenía los labios