Es completamente normal tener momentos de intimidad y explorar tu propia sexualidad. Si te preocupan los ruidos, tal vez podrías considerar opciones para reducir el sonido, como usar música de fondo o asegurarte de estar en un lugar donde te sientas más cómodo. La clave es que disfrutes de tu privacidad y de tu cuerpo de manera segura y consensuada.