El matrimonio putativo. Efectos del matrimonio putativo en cuanto a los cónyuges y a los hijos.
El matrimonio putativo es una figura jurídica que se refiere a una unión matrimonial que, aunque carece de validez legal por alguna causa (como la falta de capacidad de uno de los contrayentes o la inexistencia de una formalidad legal), es considerado como válido para aquellos que han actuado de buena fe, es decir, que creían razonablemente que estaban casados.
### Efectos del matrimonio putativo
#### 1. Efectos sobre los cónyuges:
- **Presunción de casados:** Aunque el matrimonio no sea válido, se presume que los cónyuges están casados, protegiendo así sus derechos y obligaciones mutuas en ciertos aspectos.
- **Protección de los derechos patrimoniales:** Los cónyuges putativos pueden tener derechos sobre bienes adquiridos durante la convivencia, similar a como ocurriría en un matrimonio válido.
- **Alimentos:** Un cónyuge putativo puede tener derecho a recibir pensiones alimenticias del otro cónyuge en caso de separación o disolución de la relación, al igual que en un matrimonio válido.
- **Limitación de la demanda de nulidad:** Los cónyuges que actúan de buena fe no pueden ser domiciliados por la nulidad del matrimonio, lo que significa que no pueden ser demandados por esa invalidez si han actuado con confianza en la validez de su relación.
#### 2. Efectos sobre los hijos:
- **Legalidad y filiación:** Los hijos nacidos dentro de un matrimonio putativo son considerados legítimos, lo que significa que tienen derechos de herencia, alimentos y otros beneficios derivados del vínculo familiar.
- **Protección de los derechos de los hijos:** A pesar de la nulidad del matrimonio, los derechos de los hijos nacidos de la unión (en términos de herencia, reconocimiento y apoyo) están protegidos.
- **Sostenimiento de los alimentos:** La obligación de proporcionar alimentos a los hijos permanece, y los cónyuges putativos pueden estar obligados a cumplir con esta responsabilidad.
### Conclusiones
El matrimonio putativo se erige como un mecanismo de protección para aquellos que, de buena fe, han creído estar en una unión matrimonial válida. Esto asegura que tanto los cónyuges como los hijos resultantes de la relación disfruten de ciertos derechos y protecciones, incluso en el caso de que el matrimonio se declare inválido. Es un recurso para evitar el perjuicio que podría derivarse de situaciones de mala fe o ignorancia, promoviendo la estabilidad familiar y la protección de los derechos de los implicados.