Describe una situación en la que debiste resolver un conflicto entre estudiantes.
Una situación en la que debí resolver un conflicto entre estudiantes ocurrió durante un proyecto grupal en la clase de ciencias. Dos estudiantes, Ana y Luis, habían sido asignados juntos para investigar sobre el reciclaje, pero rápidamente surgieron diferencias en su enfoque. Ana quería centrarse en un aspecto más práctico, como realizar una campaña en la escuela, mientras que Luis prefería elaborar un informe detallado con estadísticas y datos.
La tensión entre ellos creció hasta el punto de que comenzaron a discutir en clase, lo que afectó no solo su trabajo, sino también la dinámica del grupo. Como responsable de facilitar el ambiente de aprendizaje, decidí intervenir.
Primero, organicé una reunión con ambos estudiantes en un lugar tranquilo. Les pedí que expresaran sus ideas y preocupaciones, asegurándome de que cada uno tuviera la oportunidad de hablar sin ser interrumpido. Escuché atentamente y traté de resumir sus puntos de vista para que ambos pudieran comprender las perspectivas del otro.
Luego, propuse que combinaran sus ideas: podían hacer su informe, pero también incluir una sección práctica, como la campaña que Ana tenía en mente. De esta manera, cada uno podría contribuir con lo que les apasionaba, y además, el trabajo sería más completo y atractivo.
Ambos estudiantes estuvieron de acuerdo en la idea y, al final, lograron colaborar eficientemente en el proyecto. Este enfoque no solo resolvió el conflicto, sino que también los ayudó a respetar y valorar las aportaciones del otro, lo que fortaleció su relación y mejoró su trabajo en equipo.