Era una tarde soleada en un acogedor hogar. La luz del sol se colaba a través de las ventanas, iluminando el salón donde Sofía, una niña de 7 años, estaba sentada en la alfombra jugando con sus muñecas. Su madre, Ana, entró en la habitación con una taza de té humeante en la mano y una sonrisa radiante en el rostro.
**Ana:** (acercándose a Sofía) Hola, mi amor. ¿Qué tal va tu juego?
**Sofía:** (levantando la vista y sonriendo)