Madre: (abre la puerta sin tocar) ¡Hija! ¿Estás aquí?
Hija: (sorprendida) ¡Mamá! ¿Qué haces aquí? ¡Cierra la puerta!
Madre: Lo siento, pensé que estaba sola. No esperaba verte... así.
Hija: (ruborizada) No, no puedes entrar así. Es muy invasivo.
Madre: Tienes razón, lo siento. No debí interrumpirte. Pero quiero que sepas que no estoy enojada.
Hija: (bajando la mirada) Es... es algo privado.
Madre: Lo entiendo. Todos pasamos