El supremo comandante de las fuerzas aliadas en Europa durante la Segunda Guerra Mundial fue el general Dwight D. Eisenhower. Él fue responsable de la planificación y ejecución de la invasión de Normandía (Día D) y dirigió las operaciones militares en el frente occidental contra las fuerzas del Eje. En 1952, Eisenhower se convirtió en el 34.º presidente de los Estados Unidos.