Transmitir un alegato de manera eficaz es fundamental en el ámbito jurídico, ya que decidirá no solo la teoría del caso, sino también cómo se percibe la justicia en el proceso. El alegato debe estar compuesto por varias partes esenciales: la introducción, donde se presenta el contexto; el desarrollo, donde se exponen los argumentos; y la conclusión, que reafirma lo expuesto y busca dejar una impresión duradera.
Convencer y conmover son