En "Orgullo y prejuicio" de Jane Austen, el señor Wickham describe al señor Darcy de manera bastante negativa. Wickham retrata a Darcy como un hombre orgulloso y huraño, que desprecia a quienes considera de menor estatus social. Su relato también sugiere que Darcy es egoísta y poco amable. Este retrato tiene un gran impacto en la percepción que tiene Elizabeth Bennet del señor Darcy al principio de la novela, influyendo en su opinión