La regla Respuesta legal significa que solo los actos señalados en forma expresa por la ley genérica o específicamente, pueden ser impugnados, esto significa que solo podrá deducirse impugnación contra un acto procesal si ello esta autorizado por la ley
La regla de la "Respuesta legal" establece un principio fundamental en el derecho procesal: la impugnación de actos procesales es estrictamente limitada a aquellos actos que la ley reconoce expresamente como impugnables. Esto implica que solo se puede cuestionar un acto procesal si existe una disposición legal que lo autorice, ya sea de manera general o particular.
Este enfoque asegura que los litigantes tengan claridad sobre cuáles actos pueden ser objeto de impugnación, evitando así la arbitrariedad y garantizando el respeto a las normas establecidas en el procedimiento. La función de esta regla es, por un lado, proteger la seguridad jurídica y, por otro, fomentar la eficiencia del proceso, ya que limita las dilaciones causadas por impugnaciones infundadas o no autorizadas.
En resumen, el principio de "Respuesta legal" se traduce en que solo se podrá presentar un recurso o una impugnación contra un acto procesal cuando la ley lo permita, asegurando así un marco normativo claro y predecible para las partes involucradas en un proceso judicial.